Un nuevo correo se proyecta hacia el futuro rescatando valores de sus bases.
En una época que exige elasticidad y retroalimentación constante, signada por nuevas tecnologías, Correo Argentino reinventa su marca para adecuarla a las demandas de un público cada vez más amplio.
En este contexto, la constancia, la celeridad y la responsabilidad con el entorno son valores necesarios para dar respuesta a un mundo de incesante intercambio.
A esta visión la antecede una idea o leitmotiv del que intentamos impregnar a la institución: la idea del buen Karma. El concepto del Karma alude a la fuerza dinámica que se transfiere de un individuo a otro a través de sus acciones. Es una noción que invita a comprometerse con cada eslabón de una cadena donde las partes son inseparables del todo.
A esta visión la antecede una idea o leitmotiv del que intentamos impregnar a la institución: la idea del buen Karma. El concepto del Karma alude a la fuerza dinámica que se transfiere de un individuo a otro a través de sus acciones. Es una noción que invita a comprometerse con cada eslabón de una cadena donde las partes son inseparables del todo.
Correo Argentino es la heredera natural de la Empresa Nacional de Correos y Telégrafos (Encotel).Tomando como fuente su histórico símbolo, el nuevo logotipo de Correo Argentino conjuga elementos tradicionales como la cornamusa, la escarapela y el sol y los superpone a otros como el byte para marcar la transición hacia una nueva era.
En el ideario popular, la del Correo es una labor que sucede a la distancia y a la intemperie. Así, utilizamos una paleta con fuerte impronta de los elementos naturales: los colores del agua, el sol y el cielo están presentes en los cromatismos de la nueva identidad visual.
